miércoles, 26 de diciembre de 2007

Breve reflexión general.

Mi primera premisa en la investigación es que en general todos somos más, mucho más, de lo que podría decirse de nosotros en un libro. Este ha sido uno de los errores más repetidos por los occidentales, no solo con el mundo islámico, sino con culturas diferentes en general. No se puede encerrar una cultura de 1.200 millones de personas en un libro y en una mera descripción general de caracteres, como por ejemplo hace Hicham Djait de los musulmanes respecto de su personalidad, que reduce a:

· Afectividad religiosa (reprimida por la sociedad)
· Narcisismo profundo
· Búsqueda ansiosa de aprobación de los demás
· Agresividad de muchas formas
· Niños mimados por las mujeres

Sin duda que esta descripción es inútil e incluso ofensiva en base a dos razones: la primera es que lo árabes son una quinta parte del total de los musulmanes, y la segunda porque tal descripción omite toda influencia de un Yo personal. ¿Tienen los árabes y los musulmanes en general un Yo propio, en el sentido de singular, sentimental, afectivo, etc?

Para Meddeb1 en el mundo musulmán hay una desaparición del Yo tanto en las relaciones sociales, como en autobiografías u otros tipos de libros. Permítanme dudar de lo primero, y respecto a lo segundo, no duden en aplicar mi primera premisa comentada anteriormente; somos más de lo establecido en un texto.

Esta ruptura de la “Identidad textual” 2 es lo que nos lleva a renunciar a la pretensión de establecer un Homo Islamicus, lo cual no significa que renunciemos a la investigación de la dimensión humana del Islam, no únicamente a través de los textos, sino en las personas mismas a través de los contactos, entrevistas y viajes del grupo.

Con ello pretendemos romper la percepción general de que tras el Islam se encuentra un pensamiento monolítico, dictatorial y despótico, cercano a la imagen de “Los Persas” de Esquilo. Es evidente que los prejuicios son la fuente de muchas opiniones y que existen los tópicos entre nosotros mismo, los occidentales. ¿Cómo evitar los prejuicios comunes y extendidos que existen entre nosotros hacia lo islámico? Nuestra respuesta es que debemos mostrar lo que son los musulmanes simplemente, con sus defectos y virtudes ¿Podrá nuestra contribución mitigar la imagen distorsionada que se tiene del mundo musulmán? La intención es servirnos de los mass media para mostrar nuestro trabajo.

Sin duda que es difícil combatir contra la imagen estereotipada que nos ofrecen los medios de comunicación sobre el mundo musulmán. Hay muchas investigaciones sobre la propaganda de los medios terroristas y su influencia en nosotros. No hay duda que el aparato de comunicación y difusión terrorista, a través de internet sobretodo, tiene un papel muy relevante. Ante ello, debemos replantearnos el papel de nuestros medios de comunicación; ¿Debemos mostrar los muertos para generar empatía en los musulmanes? ¿Sería positivo limitar los mensajes que emiten los terroristas para no fomentar ciertas actitudes negativas a lo musulmán? ¿Nos muestran los medios el problema terrorista con la relevancia que realmente tiene? En definitiva, ¿Favorecen la lucha contra el terrorismo o la perjudican?¿En qué sentido? ¿Manipulan a la población con el terrorismo?

En las respuestas a estas preguntas tienen un papel relevante los especialistas, cuya presencia “real” ante el gran público es escasa. Ellos son a priori las voces autorizadas que muchas veces son marginadas en los medios, a favor de ciertos analistas ignorantes y politizados que redundan en un recubrimiento y una oscurización mayor de los problemas.

Decía que los especialistas lo son a priori porque muchos de ellos no cumplen la función que se les presupone: neutralidad y razonamientos fundados. Hay muchos pseudoexpertos que con sus libros generan mayor incompresión que la que pretenden desentrañar. La mayoría secundan y apoyan movimientos e ideologías políticas; con ello simplemente hago visible una idea de Said expresada en su libro “Orientalismo”3.

Para Said en occidente se cree que las ideas son suprapolíticas, cuando en realidad no podemos abstraernos de las circunstancias. Todo conocimiento es político en un sentido u otro. Esta idea preside todo su libro y en base a ella se denuncian las motivaciones políticas de la literatura inglesa y francesa en la época colonial respecto al mundo musulmán. Se muestra que ella emite prejuicios y estereotipos que se adecuaban a los fines políticos del momento.

Una de las finalidades de mi investigación es hacer frente a un desafío similar – desde mi humilde capacidad en comparación a Said- desde el punto de vista español, y andaluz en particular. Evidentemente, Andalucía por su papel en la historia y su posición geográfica, va a ser un punto central del estudio, aunque no debemos de caer en el localismo provinciano una vez más. No pretendo globalizar lo local, sino localizar lo que Andalucía y España han aportado al entendimiento común global con su trato del mundo islámico a lo largo de los últimos siglos. Con ello podremos enriquecer la visión de los occidentales sobre el mundo islámico y erradicar ciertas actitudes incomprensivas. Se pretende favorecer en cada individuo una opinión propia fundada, para alejarlo de la multitud en la que es más sugestionable.

Para la realización de la investigación parto de la idea de que el individuo puede influir en lo colectivo y anónimo discursivo, tal como defiende Said. Dicha influencia en lo colectivo normalmente se ejerce desde arriba por los medios de comunicación; nosotros pretendemos usar los mass media, pero a su vez, y creo que es más relevante, intentaremos llegar a cada individuo para remover conciencias y generar una visión más real, cercana y humana del mundo musulmán.

1Abdelwahab Meddeb. “La enfermedad del Islam” Galaxia Gutemberg. 275 páginas.
2Esta expresión está tomada de la introducción de Edward Said a su libro “ Cubriendo el Islam”. Editorial Debate. 297 páginas.
3Edward Said “ Orientalismo” Ediciones de bolsillo. 471 páginas.

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